Otra historia de una Bruja: La Bruja que le ganó a la Muerte Había una vez una mujer muy, pero muy anciana que vivía desde siempre en el camino que salía del pueblo y se internaba hacia el bosque. Nadie sabía desde cuando su choza estaba allí. A veces bajaba al mercado, compraba algunas cosas y se marchaba tan silenciosamente como había llegado. Se envolvía casi por completo en una manta de colores. Un par de mechones blancos se escapaban por detrás de la capucha, y por debajo, se podían ver asomando un par de zapatos muy gastados. Nunca molestaba a nadie y tampoco nadie la molestada, como si de un acuerdo tácito se tratara. Si alguien alguna vez preguntaba, el interlocutor, ignorante, se encogía de hombros. Sólo podía decir que ella siempre había vivido allí, lo cual era casi cierto. Había adquirido conocimientos que decidió no compartir con nadie. Según su experiencia, los ignorantes no creen, o no saben, o rompen lo que no entienden. Ella mis...