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  Animales     Según creemos, Dios creó la tierra, el cielo, las aguas y a sus habitantes. Tanto las religiones como la ciencia sostienen que el último en aparecer fue el humano. Sin embargo, las tradiciones difieren acerca de tal acontecimiento.   Existe una antigua leyenda, no muy conocida, según la cual un bosque maravilloso, en el principio de los tiempos, estuvo habitado por increibles criaturas conviviendo en perfecta armonía. El león y el ciervo, la serpiente y el búho, la cucaracha y la oveja compartían el sitio en amable vecindad. Los alimentos eran   variados y abundantes y todos estaban satisfechos, incluso los mas feroces carnívoros que aún no practicaban el deleznable hábito de la muerte. La convivencia era feliz y pacífica.   El primer animal creado por Dios fue la serpiente. Después de dar forma entre sus palmas a un largo cilindro de barro, sopló animándolo con su aliento. Todavía no se le había ocurrido incluir patas en el diseño de las bestias y, por ello, la
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Otra historia de una Bruja: La Bruja que le ganó a la Muerte Había una vez una mujer muy, pero muy anciana que vivía desde siempre en el camino que salía del pueblo y se internaba hacia el bosque. Nadie sabía desde cuando su choza estaba allí.  A veces  bajaba al mercado, compraba algunas cosas y se marchaba tan silenciosamente como había llegado. Se envolvía casi por completo en una manta de colores. Un par de mechones blancos se escapaban por detrás de la capucha, y por debajo, se podían ver asomando un par de zapatos muy gastados. Nunca molestaba a nadie y tampoco nadie   la molestada, como si de un acuerdo tácito se tratara. Si alguien alguna vez preguntaba, el interlocutor, ignorante, se encogía de hombros.   Sólo podía decir que ella siempre había vivido allí, lo cual era casi cierto. Había adquirido conocimientos que decidió no compartir con nadie. Según su experiencia, los ignorantes no creen, o no saben, o rompen lo que no entienden.   Ella misma había olvidado desde cuánd
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El Mensajero    El cuerpo reposaba sobre la cama pero el peso de la pequeña cabeza coronada por unos pocos mechones blancos casi no modificaba la curva de la almohada. Alrededor, la familia, reunida, guardaba silencio.   Cuando las primeras gotas de agua bendita le salpicaron la frente, el abuelo abrió los ojos. Todos nos sobresaltamos, porque lo habíamos creído muerto.    Por la mañana, cuando no consiguió despertarlo a pesar de insistir bastante, mamá buscó auxilio, en los recursos de la religión y de la ciencia al mismo tiempo. El cura  llegó antes y este hecho fortuito tendría una importancia significativa en el desarrollo de los acontecimientos.    Al no haber sido declarado oficialmente muerto, la resurrección de mi abuelo no podía considerarse un milagro. Entonces: ¿Qué habría ocurrido si el médico llegaba en primer lugar ?   De haberse extendido el certificado de defunción, el hecho hubiera podido considerarse como algo sobrenatural. ¡Pero el galeno no lo habría salpicado con a
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El Cuentacuentos:  La Verdadera Historia Cómo se Creó el Mundo                                                              por Ada Fanelli                                                                      Contar cuentos es muy fácil. Sólo se debe empezar con estas tres palabras seguidas: “Había una vez..” Y a continuación, el resto.   Excepcionalmente –es decir, sólo por esta vez- no es tan sencillo, ya que el comienzo de este cuento coincide, justamente, con el principio del mundo. Y esa no es una vez de tantas, así que, sólo por hoy, comenzaremos diciendo: “Había una vez que fue el principio de todas las veces”...y Dios creó el mundo. Cuando terminó de puso tan contento que siguió creando y pensó en alguien con quien compartir lo hecho".  Por eso nos creó, y para apreciar su obra nos hizo conscientes.   Como todo estaba tan bien, hubo festejos durante varios días. Al finalizar, reunió a   hombres y mujeres para entregarles un obsequio. Se trataba de un   pequeño cofre se
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Mamá Pata por Ada Fanelli   Las historias, a veces inventadas y a veces verídicas, son compartidas durante las horas de intimidad y descanso conformando la tradición oral de las comunidades. Generación tras generación, las hembras de las distintas especies se transmiten, unas a otras, sus experiencias de vida.   Una vez, una pata –quien será la protagonista de esta historia- después d e escuchar del pico de su propia madre el cuento del Patito Feo, tomó una decisión muy importante: Se iba a transformar en   madre de un cisne. Una actitud cuyos motivos, tal vez, debían buscarse en su propia infancia. No se trataba de un ejemplar especiamente bello o dotado, sino más bien mediocre. Recordaba haber admirado las plumas más coloridas y brillantes de sus hermanas, o sus picos más fuertes. Incluso, alguna vez, consideró injusto el haber nacido como un ave de corral y no libre, como un pájaro. La historia del Patito Feo es tan popular entre las pequeñas patas como entre las futuras muj
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El árbol   escrito e ilustrado  por Ada Fanelli                                                                  Había una vez un árbol que crecía, muy alto, en el cruce de dos caminos a la entrada de un pequeño pueblo de trabajadores.   Era hermoso y fuerte. Sus raíces penetraban en las profundidades abrevando en un curso de aguas subterráneas. Aunque esas fibras leñosas parecían quietas, constituían el corazón mismo del árbol, empujando, absorbiendo y transformando minerales inertes y deshechos orgánicos en vida y energía, como un verdadero laboratorio donde miles de células vegetales como minúsculos obreros producían el milagro.   El tronco, ancho y poderoso, estaba formado por conductos que en íntima unión transportaban la sabia hacia su destino: la copa de flexibles ramas, donde se acomodaban multitud de hojas y flores. A su debido tiempo, el árbol ofrecía frutos jugosos y dulcísimos atrayendo a multitud de pájaros en busca de alimento. Todo era alegría alreded